Patrono divo Torquato dicatum

La presencia del cristianismo en Guadix se remonta al balanceo de su propia cuna, cuando era un mero arrullo en el imperio romano, debido a la llegada de San Torcuato a Guadix, la fundación de su diócesis y el posterior martirio. Una serie de eventualidades que sitúan este lugar de la península como una encrucijada remarcable entre los demás caminos, siendo Face Retama el cofre que custodia el espíritu del varón apostólico. No es de extrañar, por tanto, que la ciudad participe de rincones de veneración para con el santo. Entre ellos se encuentra la hornacina de la puerta principal del antiguo seminario y actual Escuela de artes y oficios aplicados en la plaza de la catedral. 

Desde que el obispo Fonseca (1595) fundara el seminario y Magi (1850) ampliara y adaptara el edificio, se conoce que en la hornacina de dicha puerta hubo una imagen del patrón (patrono divo Torquato dicatum: dedicado al patrón san Torquato), que bien se puede comprobar visualmente con las fotografías encontradas previas a 1936. Las fecundas tropelías a partir de ese año son bien sabidas, y con el paso del tiempo, conforme se ha podido, se han ido subsanando aquellos vacíos que dejó la guerra. Claro ejemplo sean las desaparecidas imágenes talladas por Torcuato Ruíz del Peral para el coro de la catedral y que hasta hace relativamente poco no se han podido reponer en su totalidad. Algunas hornacinas, como la de Santa Ana o el convento de la concepción, siguen desahuciadas. 

ADEPA propuso a la dirección de la Escuela de Artes, bajo la efeméride del 90º aniversario de dicha institución, la reparación de este vacío con la reposición de un San Torcuato. La Escuela recogió el guante, trabajando arduamente para que pudiera salir adelante el proyecto. Y es que cuando se trata del patrimonio accitano, el camino se acompaña con una piedra en el zapato: a pesar de que el claustro no se opuso, existieron voces disidentes que probaron a boicotear la idea. A la propia ADEPA nos llegó la reclamación de por qué tenía que ser San Torcuato y no otro santo más idóneo, como era San Antonio María Claret, atribuido patrón de las escuelas de arte y oficios. 

La consulta era interesante, aunque era en la evidencia del vestigio del propio edificio donde estaba la solución. Que la Escuela de Artes actualmente tuviera su sede allí no implicaba que toda la historia de la construcción y monumentalidad girara entorno a ella. No se trataba de otra cosa que la de reponer un agravio patrimonial cometido durante un contexto bélico y que tras largo tiempo no hubo acuerdo para subsanarlo. Sí es cierto que durante un tiempo estuvo en la hornacina un San Juan Bosco, patrón también atribuido a la escuela de artes, y que fue retirado. Esta vez, con todos los permisos en firme, aprobaciones recibidas y fuerzas sumando, el director de la escuela, Miguel Ángel Gómez Mateos, y el profesor José Antonio García Amezcua hicieron posible la recuperación y realización de un nuevo San Torcuato, sufragando los gastos que ha supuesto esta inversión, el tiempo y destreza artística para poder realizar el encargo. ADEPA agradece el compromiso, y la disposición que en todo momento ha tenido la dirección de la Escuela de Artes y Oficios Aplicados, como las instituciones que de un modo u otro han hecho posible poder dar un paso más en la recuperación del patrimonio. 

Con motivo del día de San Torcuato, el próximo miércoles, 15 de mayo, en la salida procesional, el obispo de Guadix, D. Francisco Jesús Orozco Menjíbar, bendecirá la imagen, siendo estos pasos dados un motivo más de celebración y orgullo para todos en hacer justicia con el legado que nos esforzamos en recuperar y conservar. 


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